Crecimiento profesional, una de las necesidades de la Generación Z

En el dinámico mundo laboral actual, la Generación Z se ha erigido como una fuerza impulsora de cambios significativos en la forma en que se concibe el crecimiento profesional.

Concretamente, a este grupo de edad pertenecen los nacidos a partir de mediados de los años 90 hasta principios de la década de 2010. Por lo general, se trata de una generación que tiende a la innovación y que demanda un enfoque renovado respecto a su desarrollo y progreso en el ámbito laboral.

La importancia para las empresas de satisfacer las necesidades de la Generación Z

Según datos del informe “Cómo Aprende el Personal”, más del 25% de los empleados a nivel mundial sienten que sus gerentes no han brindado un apoyo sustancial a su crecimiento profesional en el último año.

Además, el estudio revela que un 70% de las personas trabajadoras pertenecientes a esta generación están dispuestas a abandonar sus puestos si no perciben un apoyo significativo por parte de sus superiores en el desarrollo de sus habilidades. De esta forma, se pone de manifiesto la importancia que tiene para la Generación Z el sentirse respaldada y orientada en su camino hacia el crecimiento profesional.

Aunque las generaciones más jóvenes desean mayor autonomía al elegir su carrera, también demandan orientación de sus empleadores para que apoyen su desarrollo y crecimiento profesional.

Hombre llevando sus pertenencias de la oficina en una caja después de abandonar su trabajo

Como consecuencia de la falta de apoyo a su crecimiento profesional, la rotación de profesionales de la Generación Z puede aumentar en las empresas.

¿Cómo apoyar el crecimiento profesional de los/as empleados/as?

Frente a esta realidad, las empresas deben redoblar esfuerzos para adaptar sus estrategias de desarrollo profesional y retención de talento a las necesidades y expectativas de la Generación Z. Algunas de las prácticas clave incluyen:

  1. Fomentar la formación continua: ofrecer acceso a plataformas de aprendizaje y desarrollo de habilidades, así como programas de formación interna. De esta forma, los empleados pueden adquirir y perfeccionar competencias relevantes para su rol y para el futuro del trabajo.
  2. Promover la mentoría y el coaching: establecer programas que faciliten la transferencia de conocimientos y la orientación en el desarrollo de carrera. Gracias al acompañamiento personalizado y la retroalimentación constructiva, es posible potenciar el crecimiento profesional de la plantilla.
  3. Fomentar la autonomía y la toma de decisiones: brindar a los empleados oportunidades para liderar y/o participar en proyectos importantes para la empresa.
  4. Reconocer y valorar el esfuerzo y el logro: establecer un sistema de reconocimiento que celebre los logros y el progreso de los empleados. De esta forma, es posible fomentar un ambiente de trabajo positivo y gratificante.
  5. Ayudar a elaborar Planes de Desarrollo Individual (PDI): trabajar en conjunto con la persona empleada para definir metas claras, identificar áreas de mejora y establecer un plan de acción personalizado.

En última instancia, comprender y atender las necesidades de crecimiento profesional de la Generación Z no solo beneficiará a los empleados, sino que también fortalecerá la competitividad y la capacidad de innovación de las empresas en el mercado actual. De hecho, la inversión en el desarrollo y empoderamiento de esta generación promete ser una estrategia de éxito a largo plazo.

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