Actualmente, muchas empresas están adoptando el modelo de jornada por objetivos como una alternativa al tradicional sistema de trabajo presencial de cuarenta horas semanales en la oficina.
Aunque su aplicabilidad varía según los puestos y sectores, ofrece una mayor flexibilidad y presenta ventajas notables tanto para los empleados como para la empresa. En este sentido, esta iniciativa va de la mano con otras como la jornada laboral de cuatro días.
¿Qué es la jornada por objetivos?
En España, el Estatuto de los Trabajadores exige especificar la duración de la jornada laboral en horas que el empleado se compromete a cumplir, con un límite legal de 40 horas por semana.
De hecho, la imposición de permanecer un número fijo de horas en el lugar de trabajo, independientemente de los ritmos y el rendimiento individual, a menudo genera tensiones. Cada persona posee capacidades y experiencias únicas, y en muchas ocasiones surge la pregunta de por qué se premia la presencia sobre la eficacia.
En este aspecto, se plantea otorgar a los trabajadores la libertad para llevar a cabo sus tareas basándose en los objetivos asignados, en lugar de la cantidad de horas en la oficina.
Para que este modelo funcione de manera eficaz, es crucial que al trabajador se le asignen metas claras y cuantificables. De esta forma, se le otorga la autonomía para organizar su trabajo a un ritmo que se ajuste a su estilo, siempre y cuando cumpla con los objetivos asignados. Para ello, se emplean indicadores clave de rendimiento (KPI por sus siglas en inglés).
Pros y contras de la jornada por objetivos
La implementación de la jornada por objetivos en el entorno laboral ha suscitado un amplio debate en torno a sus beneficios y desafíos. A continuación, se detallan tanto las ventajas que presenta sobre la jornada tradicional como las potenciales limitaciones que debe considerar una empresa al optar por este enfoque.
¿Qué ventajas tiene sobre la jornada tradicional?
Las ventajas de la jornada por objetivos son diversas:
- Flexibilidad: la posibilidad de establecer sus propios horarios resulta atractiva para la mayoría de los trabajadores.
- Reducción de presión: se reduce la presión de tener que encontrar tareas en los momentos menos ocupados de la jornada laboral.
- Mayor motivación y compromiso: los trabajadores con metas alcanzables tienden a sentirse más motivados y comprometidos, lo que impulsa su productividad.
- Conciliación laboral y personal: especialmente valioso para aquellos con responsabilidades familiares.
La jornada por objetivos emerge como un enfoque laboral que busca promover un entorno laboral más equilibrado y productivo.
¿Cuáles son sus desventajas?
Al implementar la jornada por objetivos, la empresa debe tener en cuenta que presenta ciertas limitaciones y desafíos:
- Inaplicable en todos los sectores: no es posible definir metas claras para cada trabajador en todos los sectores, lo que hace que la propuesta no sea aplicable desde el principio (por ejemplo, en trabajos con horarios de atención al público).
- Riesgo de objetivos poco realistas: si los objetivos establecidos no son realistas, este sistema puede volverse contraproducente, con el riesgo de que los trabajadores se vean obligados a realizar jornadas interminables para cumplir con estas metas, generando un gran descontento.
- Necesidad de compromiso sostenido: es fundamental considerar la capacidad de los trabajadores para mantener su compromiso con las metas de su puesto, ya que no todas las personas estarán en condiciones de hacerlo.
En conclusión, la jornada por objetivos presenta notables ventajas en términos de flexibilidad, motivación y conciliación laboral y personal. Sin embargo, su aplicabilidad puede verse restringida en determinados sectores, y su éxito requiere una cuidadosa planificación y definición de metas realistas. Concretamente, la clave radica en encontrar un equilibrio que permita a los trabajadores alcanzar sus objetivos de manera eficiente y sostenible.
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